Me parto en setecientos mil pedazos
setecientas mil-écimas de segundo
dura mi vuelta  a casa;
mis pedazos circulares ruedan
                ca
                      yen
                             dooooooo
desde el puente
los pisan los ómnibus interdepartamentales
interDEPARTIDOS
se amalgaman al lomo gris
como las ruedas, resilientes
a la dureza de la gramilla humana.
Mis partes en punta
                                disparan
APUña la n a la n a la n
los asientos del 214 por poco
por poco no atraviesan la cabeza
del niño del asiento para embarazadas
por poco no cae rodando
redondo, en trecientos mil pedacitos
mil-agro de dios
que se acordó de los niños
que viajan en ómnibus del centro al este!
Mis partes en espiral
lo
   env
         uel
              ven
           to
      do
no
   se
      ol
         vid
      an
del
     niño
           ni
              de
          la
     ma
dre que atravesó mi parte-espina
que está rodando por el corredor del bondi
pintando todo, yendo y viniendo
como una botella vacía
que alguien dejó tirada, pintando
de rojo el piso lleno de polvo
haciendo enchastre
¡Dejó al niño solo! que alguien lo calle
le gritan del fondo
cuando su pedazo de cuerpo piedra
se estrella contra el parabrisas
y toma impulso, pintando el vidrio
las caras de las viejas que gruñen de rojo
de rojo envidia del desparpaje
Dejó al niño solo y no se aguanta
que  vaya y venga, que nunca pare
girando marrón por todas partes
mientras el niño
que mis partes en flecha por poco
no parten en 1000 pedacitos por poco,
MILAGRO de dios,
se salva y que mis partes escuamiformes
lo       EN | BA
      VUEL | BO
        VEN | SAS
lejos de la salpicada aZZZidosa
de la madre que no hace nada
nada más que deslizarse como un trompo
de plomo embarrado por el corredor
¡Debería estar con el niño!
niño que por poco se convierte en bola
que rueda enrevesada las bajadas
que ahora es impermeable
que por suerte es uno y no mil,
que, desagradecido, igual llora.

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