Me has parido tantas veces
como yo te he escupido.
Te he barrido
a la luz directa del sol;
me has moldeado y sacudido.

Te he renegado, harta.
He tartamudeado tu nombre.
Te has reído 
de mí; putié esa risa.
Te he embutido
en un pozo,
me has sacado del túnel.

Has florido
y, contigo, yo,
convertida
en polinstinto.

¿Por qué esta vez
te callas
y te retuerces pleno?
Hazlo parir
y déjame morir
en sus huertas,
¡te lo ordeno!

Comentarios