El que respira por su
lucha
Lo hace por la vida.
Yo lucho por la
Tierra
Y por su sangre que
me llena,
La misma que a la
hierba
Vuelve seca en su
ausencia.
Y mi premio no es la
paz,
Pues ya la tengo
encarnada:
Lo es el fruto
Que aún no ha sido
prohibido.
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