Guazubirá

Tengo un patio lejano,
Alegre y de aroma a augurio,
Un arrinconado
Espacio soñado
Que me refresca las heridas de la ciudad.

Tengo un jardín ajeno,
Que se hace mío cuando lo miro,
Que es sereno
Y amigo
Y que regala puñaditos de alguna rara felicidad.

Calle tierra hecha barro,
Soles que soplan fresca
Ventolera,
Agasajados somos todos
Los visitantes de su tierra
Casera.

Claros de cielo,
Humaredas, buñuelos,
Leña gustosa de compañía
Y de fuego, mucho fuego.

Serenas tardes de invierno
De brisas de recompensa
Reencuentros de llanto tierno
Despedidas cigüeñeras.

Caminos del monte al mar
Con duendes guazubiceros
Que escapan con el alba
Y ríen
Cuando la luna cuelga del cielo.

Cucha de niño libre
Abrazo de fiel hermano,
El tiempo que más nos dura
Es de color humano. 

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